
Lo que una mujer siente durante una relación sexual lo podemos dividir en 5 fases: deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución.
1.-Fase de deseo: esta fase es indispensable para comenzar una relación sexual. Cuando hablamos de deseo, nos referimos al querer mantener un contacto sexual con otra persona o el querer masturbarse, aunque hay mujeres que dicen no tener deseo sexual en un momento dado pero si su pareja las estimula ellas responden.
2.-Fase de excitación: esta fase se correlaciona con el momento de los besos y caricias. La primera señal de excitación sexual en la mujer es la aparición de la lubricación vaginal, que se inicia de 10 a 30 segundos después del principio de la estimulación sexual. La lubricación facilita la penetración del pene y la suavidad del movimiento de empuje, a la vez que impide que la mujer sienta incomodidad o molestias durante el acto. A medida que continúa la excitación, ocurre la dilatación y alargamiento de la vagina. El clítoris crece, aunque esto puede no ser percibido a simple vista, y continua aumentando durante toda la estimulación sexual. A medida que la tensión sexual aumenta, los pezones se tornan rígidos, a consecuencia de las contracciones de pequeñas fibras musculares. Las areolas se hinchan en forma considerable. Las venas de las mamas se vuelven visibles, formando el llamado “árbol vascular”. Alrededor del 75% de las mujeres sexualmente estimuladas desarrollan un enrojecimiento de la piel, conocido como enrojecimiento sexual, comienza en la región del estómago y garganta, diseminándose hacia las glándulas mamarias. La presión arterial y la frecuencia cardiaca aumentan a medida que aumenta la excitación.
3.-Fase de meseta: esta fase se correlaciona mayormente con el momento del coito. Al final de la fase de meseta, poco antes del orgasmo, el clítoris se esconde debajo de su capuchón, sin embargo, durante este cambio no se produce la pérdida de la sensación clitorídea. La tensión muscular ocurre desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Una mujer con frecuencia reacciona con gestos, fosas nasales dilatadas y tensión notoria en las comisuras labiales. Los músculos del cuello se ponen rígidos y sobresalen, especialmente con la proximidad del orgasmo. La espalda se arquea y los músculos de los muslos se ponen muy tensos. Los músculos de las nalgas se tensan al aproximarse el orgasmo.
4.-Fase orgásmica: El orgasmo femenino se caracteriza por contracciones simultáneas y rítmicas del útero, el tercio exterior de la vagina y del esfínter anal. La frecuencia cardiaca se eleva aún más. La presión arterial continúa ascendiendo, quizá hasta alcanzar cifras como 200/120. La frecuencia respiratoria normal puede duplicarse hasta 40 respiraciones por minuto.
¿Qué sienten ellas cuando alcanzan el orgasmo? Al alcanzar la fase orgásmica la mujer queda atrapada en su respuesta con una pérdida del control voluntario de los músculos. Ella no está consciente de sus movimientos físicos, que en ocasiones son tan violentos que provocan dolor y fatiga al día siguiente, mientras más fuerte es el orgasmo, más se ve involucrado el cuerpo de la mujer en su totalidad.
El orgasmo femenino se caracteriza por contracciones simultáneas y rítmicas del útero, el tercio exterior de la vagina y del esfínter anal. Las primeras contracciones son intensas y muy seguidas con intervalos de 0,8 segundos. Mientras prosigue el orgasmo, las contracciones disminuyen en intensidad y duración, y en lapsos menos regulares. Un orgasmo moderado puede traducirse en tres, cuatro o cinco contracciones, mientras que un orgasmo intenso puede tener de diez a quince.
El orgasmo es una respuesta global de todo el organismo, no sólo de la pelvis, esto queda demostrado a través del patrón electroencefalográfico el cual muestra cambios marcados durante el orgasmo.
A menudo, las mujeres describen las sensaciones iniciales de un orgasmo como un trance momentáneo, al que sigue rápidamente una sensación sumamente placentera, que suele comenzar en el clítoris y que se extiende rápidamente por la pelvis. En cuanto a las sensaciones físicas en los genitales, se alude por lo general a ellas con los términos “ardiente”, “electrizante” o “cosquilleante”, sensaciones que, por lo general, se difunden por todo el cuerpo.
A pesar de una creencia muy extendida, las mujeres no eyaculan durante el orgasmo.
5.-Fase resolutiva: En esta fase, se invierten todos los cambios acaecidos durante la etapa de excitación y meseta. El útero retorna a su posición de reposo inactivo, la vagina reduce su ancho y longitud, y el clítoris vuelve a su tamaño y posición habituales. Las mamas ahora disminuyen su tamaño. Nota: Durante la fase posterior al orgasmo, la estimulación del clítoris, los pezones o la vagina puede resultar molesta o irritante.
Buenas tardes Dr Miguel tengo un problema me cuesta mucho lograr tener un orgasmos cuando tengo relación con mi pareja motivo por el cual tengo una separación y me siento mal por que muchas veces he tenido que fingir un orgasmo u eso me frustra quisiera ir a su consulta y poder lograr resolver mi problema sexual
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